Cada dos días

Aluvión de juicios por abusos sexuales

El juicio se celebró el jueves a puerta cerrada en un pequeño círculo. "¿Cómo voy a pagar los 1.000 euros?", preguntó el acusado tras la sentencia.

(Bild: HS)

Los cargos por abusos sexuales a menores se acumulan en el Tribunal Regional de Eisenstadt. El jueves, un hombre de Baja Austria que había manoseado algo más que a una chica de 16 años se libró con una sentencia indulgente. Su reacción: "¿Y cómo voy a pagar los 1.000 euros? No tengo nada".

Una rápida encuesta en su círculo de conocidos reveló que todos llevarían al menos una chaqueta si tuvieran que ir a juicio, si se tratara de la culpabilidad o la inocencia, la cárcel o la libertad. Después de que el martes un acusado ataviado con un chaleco amarillo neón de alta visibilidad pusiera en ridículo su respetabilidad, como informó el periódico "Krone", el jueves se sentó ante la juez Doris Halper-Praunias un hombre de 49 años vestido con un traje vaquero. Este hombre tampoco había estudiado física cuántica, su modelo de pantalón lavado a la mar, con puños en los tobillos, había sido visto por última vez hacía unos 35 años.

Pregunta intermedia para todos los abogados: ¿Por qué no aconsejan a los clientes que lleven algo elegante?

En cualquier caso:

Ayer se celebró en Eisenstadt el tercer juicio en una semana por abusos sexuales a niños y jóvenes en Burgenland. Le seguirán otros dos la semana que viene. Sin palabras.

¿Protección de las víctimas o de los autores?
En la audiencia privada de la sala 1 estaban sentados el acusado, su abogado defensor, el juez, el fiscal, el representante de la parte privada y tres periodistas. Estos últimos fueron expulsados de la sala antes de que se leyera el acta de acusación. ¡Protección de las víctimas! Legalmente de acuerdo, pero ¿la protección de los agresores no se practica a puerta cerrada? Y: ¿Cómo se puede comunicar esta sentencia sin provocar una tormenta de mierda en Internet contra el sistema judicial, tan poco oportuno?

El inculpado fue condenado a seis meses de prisión condicional por tocar repetidamente las partes íntimas de la hija de su pareja, que entonces tenía 16 años, y manosearle los pechos. Si se porta bien durante tres años, no le pasará nada.

Se solicitaron tres días de reflexión.