Nueva ola #MeToo:
Juicio contra Roman Polanski, de 90 años, en París
Con el telón de fondo de una nueva ola #MeToo en la industria cinematográfica francesa, el martes comienza en París un esperado juicio contra el cineasta Roman Polanski. La actriz británica Charlotte Lewis acusa al director estrella de violencia sexual.
Sin embargo, el juicio no versa sobre estas acusaciones, sino sobre una demanda por difamación que la actriz interpuso contra Polanski en 2020.
No estará presente
Según sus abogados, Polanski, que vive en París, no estará presente en el juicio. Se trata de la primera vez que el cineasta, que ahora tiene 90 años, tiene que comparecer en un juicio en Francia relacionado con la violencia sexual, aunque sea de forma indirecta.
El director estrella, ganador de numerosos premios cinematográficos como el Oscar y la Palma de Oro de Cannes, ha sido acusado de violencia sexual por varias mujeres. Sin embargo, sólo ha habido un proceso judicial contra él: en 1977, en Estados Unidos, por la violación de Samantha Geimer, que entonces tenía 13 años.
"Yo también soy víctima de Polanski"
Es el único caso en el que Polanski se ha declarado culpable, no por violación, sino por relaciones sexuales ilegales con una menor. Aunque Geimer retiró su denuncia hace años, la justicia estadounidense nunca archivó el caso. Los demás casos han prescrito o aún no han dado lugar a acusaciones penales.
Lewis también había renunciado a su derecho a demandar cuando compareció ante la prensa con un abogado en 2010. "Yo también soy víctima de Roman Polanski. Abusó sexualmente de mí de la peor manera posible cuando tenía 16 años", citaba el "New York Post" a la actriz.
Pocos días después, varios medios sacaron de los archivos una entrevista que Lewis había concedido al tabloide británico "News of the World" en 1999. En ella, contaba que ella misma había querido seducir a Polanski. "Sabía que Roman había metido la pata en Estados Unidos, pero no exactamente en qué", la citaba el periódico.
"Me fascinaba, quería convertirme en su amante. (...) Probablemente le deseaba más a él que al revés", dijo Lewis según la entrevista. Ella tenía 17 años cuando mantuvieron relaciones sexuales por primera vez y el romance duró seis meses, hasta que Polanski hizo un comentario sobre su aumento de peso, lo que desencadenó en ella un trastorno alimentario. Enfrentada a sus declaraciones anteriores, Lewis explicó que "News of the World" la había citado erróneamente y que mantenía sus acusaciones contra Polanski.
Polanski niega los abusos
Cuando Polanski estrenó su película "Intriga" en los cines en 2019, accedió a una entrevista en profundidad con "Paris Match" por primera vez en mucho tiempo. Cuando le preguntaron por Lewis, la acusó de una "vil mentira" y sacó un fragmento de su entrevista de 1999. "Siempre se menciona a Charlotte Lewis como una de mis acusadoras, sin mencionar sus incoherencias", dijo. Basándose en esta entrevista, Lewis presentó su demanda por difamación unos meses más tarde. Según la ley de prensa francesa, una denuncia de este tipo casi siempre desemboca en un juicio.
Es probable que el proceso de París atraiga mucha atención, ya que Polanski se ha convertido en uno de los principales enemigos del movimiento #MeToo, junto con Woody Allen y Gérard Depardieu. Cuando iba a recibir el premio César del cine francés en 2020, la actriz Adèle Haenel abandonó el acto en señal de protesta. Al final, toda la cúpula de la Academia de Cine se sintió obligada a dimitir.
Petición de una comisión de investigación
En los últimos meses, sin embargo, Depardieu en particular ha ocupado titulares negativos en Francia. Está siendo investigado por violación o agresión sexual en varios casos, y otro caso se archivó por prescripción. También causó revuelo un documental en el que hace numerosos comentarios sexistas y vulgares.
La actriz Judith Godrèche, una de las representantes más importantes del movimiento #MeToo en Francia, pidió recientemente una comisión de investigación sobre la violencia sexual en la industria cinematográfica. El mundo del cine en su país es como "una familia en la que nadie se atreve a denunciar a nadie". "Tenemos que dejar de fingir que no sabemos nada", dijo en una comparecencia en el Senado.
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